martes, septiembre 30, 2014

Lego y trucos

A Joy y a mí nos gusta el Lego. Ninguno de los dos recuerda cuándo comenzó su pasión por armar cosas con estas piezas.

Cuando juego con Lego la parte lógica de mi mente, la que gobierna el día a día, cede el control a otra parte más callada y espacial. Son mis manos las que buscan entre el montón las piezas necesarias y las que las ensamblan sin que ningún pensamiento pase por mi mente.

A Joy le gustan los faros. Para su cumpleaños le regalé un kit para armar un faro de Lego. En sus palabras fue el regalo perfecto.





¡El faro funciona! Tiene una pequeña luz que se enciende al hundir el techo y uno puede hacer rotar la luz a través de una pequeña manivela en la parte de atrás.



El 7 de octubre de 2012 había elecciones presidenciales en Venezuela. La única manera en que podía participar era presentándome en la Embajada de Venezuela en Tōkyō. Joy había descubierto un Legoland Discovery Center en Tōkyō… Está fácil atar los cabos (;

El sábado 6 de octubre fuimos al Legoland Discovery Center en Odaiba, Tōkyō.



Este Discovery Center no es igual a los demás Legoland del mundo. No es muy grande y está bajo techo.

Hay una sección donde te explican la manufacturación de los bloques. Hay varias atracciones, todas orientadas a niños (la más memorable es una en que vas montado en un carro de Lego y disparas láser contra esqueletos). Hay talleres de construcción de modelos sencillos. Hay un cine 4D donde los personajes hablan un idioma donde todo suena como "fafafa fafafa". Hay una sección para construir carros y ponerlos a competir. ¡Y hay piscinas de bloques de Lego!





(ése es mi intento de hacer un Metroid de Lego)

Una de las secciones más interesantes es Tōkyō a escala.





Y no faltan modelos gigantes.





La experiencia estuvo bien para nosotros que nos gusta el Lego, pero dudo que otros adultos se entretengan. De seguro que cualquier niño se divierte.

Justo en la salida de Legoland descubrimos un sitio llamado Tōkyō Trick Art Museum. No estaba en nuestros planes y no sabíamos si valía la pena pagar la entrada, pero se veía muy interesante así que nos aventuramos.

Nuestra aventura empezó mal ya que nos atacaron ninja. Sin embargo, nuestros instintos de supervivencia afloraron habilidades marciales que no sabíamos que teníamos.





En la siguiente sección nuestros cuerpos sufrieron transformaciones. A ratos Joy se hacía gigante, a ratos era yo el grande. También perdí mi reflejo.







Hay una sección donde pinturas y animales tienen demasiada libertad.





Nos atacó un tiburón. Yo me salvé por andar haciendo piruetas, pero de Joy sólo se salvó la cabeza. Ahora es más fácil de transportar (;





Pueden ver más fotos en Flickr.

***

Nuestro amor por el Lego continúa. Para la navidad de 2013 Joy me regaló un Volkswagen T1 Camper Van. Igual que a ella le gustan los faros y el Lego, a mí me gustan los autos viejos de la VW y el Lego :P





¡Si hasta tiene motor!



Cada loco con su tema…

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